Estamos de vuelta con nuevas pilas radiactivas

No hay nada como un congreso para dejarte agotado y a la vez cargado de moral nucleofila. Si por algo se caracterizado este congreso ha sido por el trabajo que hemos desarrollado. No ha habido ningún día en el que no hay llegado fundido a la cama, no ha habido ninguna tarde ni ninguna mañana en el que no estuvieramos encargados de una sesión, o bien, expusiéramos.

Pero también es cierto que este congreso ha dejado algún que otro ratillo para disfrutar con los amigos, tomarnos un cochinillo juntos y algún que otro brebaje májico. No obstante, algún día también me he quedado sin comer.
La sensación más importante que me he traido, es que hay que defender las conviciones que uno tiene, amparado siempre en razones tecnológicas y de bienestar, sin descuidar, por supuesto nuestro entorno, para todo ello, no se puede prescindir de una tecnología que en España lleva desarrollándose más de 50 años, desde que se puso en funcionamiento el reactor que ahora participo en desmantelar, y que desde luego ha ayudado al bienestar que tenemos.
Como siempre digo, las cosas no sin ni blanco ni negro, y como dijo Aristóteles, la bondad está en el término medio, y por ello, la Energía Nuclear no es ni mala ni buena, simplemente
necesaria, y por ello...