Qué yo diga que un viaje al extrangero no me entusiame, es bastante raro, pero esta vez, es cierto, y puede ser por la tralla que llevo en el cuerpo y que parece que me está afectando. Parece que los años no perdonan, o todo el estrés acumulado tiene que manifestarse por algún lado. Y es que el fin de semana que estoy pasando en London, está siendo el fin de semana más tranquilo que he pasado fuera de España hasta la fecha.
Pero esta mañana de domingo, libro en mano, me fui a ST James' Park a sentarme en un banquito y a disfrutar del libro que me tiene picadísimo: "The girl with dragon tattoo". Estando yo allí sentado disfrutando de los animalillos, el poco sol londinense, y mi lectura-audición, me sobresaltó escuchar bombos, tambores y flautines.
Así que ni corto ni perezo me encaminé hacia donde procedía el sonido, y me encontré a 200 músicos de la Royal Navy Band, desfilando y tocando en la explanada que hay detrás del Museo de las caballerizas.
Pero mi deleite se produjo cuando un grupo de 8 trompas de cuello largo se unió al grupo. Y empezaron a tocar un solo, la introducción de la banda sonora de Ben-Hur. Sinceramente yo ya no sabía donde meterme, ni cabía en mi mismo de mi gozo. Y tampoco tengo ahora palabras para describirlo, simplemente música, música de banda. !!Pero que banda!! No como mi banda de bandidos!!
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