domingo, 23 de septiembre de 2018

“XXV años de ……alegría”

A veces, lo más difícil de un artículo o escrito es empezar. Se puede tener la idea o el hilo argumental, pero…¿Cómo empezar?...Pues les seré franco, en Julio las tertulias de las radios se suelen llenar de temas auxiliares, no políticos o del día a día, y ese fue el caso que inspiró la idea. Hablaba el psicólogo Rafael Santandreu de los “haters” en las redes sociales y su analogía a que “nadie es profeta en su tierra”, y de esta analogía y todos los acontecimientos vividos este año se me vino a la cabeza, la siguiente pregunta: ¿Le he dado las gracias como se merece a la persona que sin la que no hubiera sido posible todo lo vivido y disfrutado?. Pues la sensación que me quedó a esa respuesta es que “no”. Y este es el propósito de este escrito/artículo, darle las gracias, hacerle un reconocimiento, y si es posible hacerle profeta en mi pueblo.

Veinticinco años tocando juntos dan para mucho, y es que precisamente este verano se conmemoran veinticinco años que “soplamos” juntos en todos los sentidos, pero es si cabe estos últimos años donde nuestra relación se ha hecho más intensa y estrecha. Los últimos cinco años han sido de un frenesí de ideas y proyectos que como resultado, entre otras cosas, han puesto a la música de Castro y nuestra cultura en el disparadero nacional.



    
Es más que consabido que las ideas no caen del cielo, y de igual manera los tesoros si no los buscas y los desempolvas no irán a buscarte, se quedan enterrados. Y sí, si realmente no hubiera sido así, enterradas en cajas o cajones podrían haberse quedado entre otras las obras: “Soledad”, “Cristo Sacramentado” o “Elegía al Héroe Desconocido”, si no hubiera sido por tu tesón y tus manos. Un trabajo no suficientemente reconocido y que con el tiempo se sabrá valorar. Se suele valorar mucho más lo foráneo que lo local por ese motivo tiene todavía mucho más valor el haber contribuido a conseguir que nuestro pueblo sea un referente, un espejo donde muchos se quisieran mirar y un escenario donde todos quieren aparecer.  Porque, gracias en gran medida a ti, Castro del Río es hoy día, un gran escaparate musical.

Nadie es profeta en su tierra, y por ello lo que está haciendo el Maese tiene doble mérito, no es sólo articular y liderar musicalmente toda la recuperación de nuestro legado, cultura e identidad, es ilusionar con el simple hecho de convocar. Cualquier alumno o ex-alumno de la Escuela Municipal de Música le hacen “chiribitas los ojos” cada vez que pueden participar en alguna de las iniciativas que comanda nuestro gran músico local.
 
Muchas gracias al Maese por emocionar, por trasformar ideas en hechos, por ilusionar y alimentar los sueños, por desempolvar tesoros, abrir cajas y cajones, educarnos sobre lo que un día fuimos y no descansar en la trasmisión de nuestra identidad, pero sobre todo, gracias por hacerme llorar. Gracias por todas las lágrimas derramadas hasta ahora, y quien sabe si por otros 25 años de….. “Lágrimas”… de Alegría.

Articulo publicado en el Libro de Feria de 
Castro del Río, Septiembre 2018.