No se por donde empezar este relato, y ciertamente no sepa expresar todo lo que he vivido y todo lo que he visto, las sensaciones, los colores, la compañía, y las vivencias. Para empezar Turquía es un país musulman, y es la primera vez que he visitado un país musulman, con el respeto que le tengo, máxime con los nuevo radicalismos yihaidistas que hay en auge por esos lugares, pero ciertamente me ha parecido un sitio bastante alejado de radicalismo, pero claro en todos lados tiene que haber un tonto.
No voy a entrar en describir capadocia porque la foto adjunta habla por si sola, es un paisaje indescriptible, que la naturaleza ha hecho, y las casas, iglesias dentro de las cuevas, y las pinturas, no tienen descripción.
Luego estambul es otro mundo, esto si que me ha impresionado, para bien y para mal. Para mal las zonas turísticas, a parte de la sensación de que siempre te engañan, el agobio de que estén encima tuya intentando venderte algo, ya sea en el gran bazar o que te metas en su restaurante. Ciertamente cuando mejor nos hemos sentido es cuando no hemos salido de las zonas turísticas, y eso que la gente no hablaba inglés, pero ha sido en estos momentos cuando la gente ha sido más amable, es cuando menos nos hemos sentido engañados.
Pero por destacar algo de lo mucho que hemos visto, los atardeceres, atardecer en bosforo, y el atardecer entre santa sofia y la mezquita azul, esto último al tiempo que los mulaidines se picaban entre ellos cantando a la oración, increible.
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