"Tras algún tiempo en la sombra vuelvo con uno de mis últimos artículos que pese a algunos meses están muy de actualidad".
Figura 1: Evolución de potencia instalada con fuentes renovables en España
2000-2011 (Ref. 1)
Este hecho, junto
con la aparición del denominado déficit tarifario (25.000 Millones de Euros en Marzo
de 2012), ha modificado sustancialmente el precio de la electricidad que
consumimos. En la figura 2, se puede observar como en 2011 se pagaron más
impuestos, subvenciones a las energías renovables e intereses por el déficit
tarifario que lo que en realidad costó generar, transportar y distribuir la electricidad.
Figura 2: Desglose porcentual del precio de la electricidad en España 2005 y
2012. (Ref. 2)
Este crecimiento
porcentual de costes externos a lo puramente productivo ha repercutido
sustancialmente en el precio final de la electricidad tanto para el consumo
privado como para el consumo industrial. Siendo este último muy penalizante para
el tejido industrial español, puesto que los sobre costes en el precio de la
electricidad repercuten directamente en los precios de nuestros productos y, en
consecuencia, en nuestra competitividad.
Como se puede ver
en la Figura 3, el precio de la electricidad para consumo industrial ha crecido
prácticamente al ritmo que ha evolucionado la transición a un porcentaje más
externalizado multiplicándose por dos en 8 años, o sea un incremento en el
precio de un 100%.
Figura 3: Evolución del precio de la electricidad para consumo industrial en
España. (Ref 3).
Al hilo de lo
anterior y para profundizar más en el término de competitividad, es necesario incluir
en este artículo cómo han evolucionado los mismos precios en nuestros países
vecinos. Por ese motivo se presenta la Figura 4, donde se muestra el
comportamiento de los precios en Francia, Alemania, Italia y Dinamarca.
Figura 4: Evolución del precio de la electricidad para consumo industrial
países en Europa (Ref. 3 ).
Es difícil sacar
una conclusión positiva de todas estas gráficas, tendencias y precios, máxime
cuando nuestro sistema energético está muy sobredimensionado. Actualmente sólo
funciona 1 Gw de cada 3 instalados (Nota 1). Por lo tanto, ante el ambiente de
petición de responsabilidades y buenas intenciones para el futuro, me gustaría
transmitir que el sector energético, y en especial el eléctrico, no puede redefinirse
cada cuatro años, sino que necesita una visión a más largo plazo (20 o 25 años).
España necesita un sistema energético eficiente y no sólo respetuoso con el
medio ambiente, sino también respetuoso con la sociedad, porque un sistema caro
supone pérdida de competitividad. Esto implica menos inversiones, menos
industria, más paro, y, con la que está cayendo, sería conveniente no echar más
leña al fuego. Tristemente, algunos de los que tomaron estas decisiones no
fueron de pequeños a la huerta con mi abuelo Miguel.
Ref.1: Comisión Nacional
de la Energía.
Ref 2: UNESA.
Ref 3: Eurostat
Nota1: En España existen
103 Gw de potencia instalada, de los cuales sólo 35 Gw funcionan de media. El
resto de los Gw parados (2/3) no funcionan por sobredimensionamiento,
combustibles más caros que otras tecnologías, parados en estado de guardia o
bien por falta de viento o sol.